Lesiones Traumáticas
Leer más
¿Sufriste una lesión que afectó la sensibilidad o el movimiento de tu mano? En nuestra clínica en Albacete, ofrecemos tratamientos especializados y personalizados para lesiones nerviosas, neuromas, tumores y defectos de tejidos blandos. Con años de experiencia, utilizamos técnicas quirúrgicas microquirúrgicas y procedimientos de reconstrucción avanzados para restaurar la función y sensibilidad de tu mano, mejorando tu calidad de vida.
Solicitar una citaLas lesiones traumáticas de los nervios periféricos son daños causados por secciones, compresiones, estiramientos o contusiones que afectan la conducción nerviosa. Estas lesiones pueden causar pérdida de función sensitiva, de movilidad o ambas, dependiendo de la severidad y la localización.
El diagnóstico se basa en la evaluación clínica donde se objetiva una pérdida de la función del nervio, es decir, un déficit de la sensibilidad o la fuerza. Se acompaña de estudios de conducción nerviosa que ayudan a confirmar el diagnóstico. Los estudios de imagen, como la resonancia magnética, también se pueden utilizar para identificar daños estructurales en los nervios.
Si se confirma una sección nerviosa, la cirugía está indicada. Debe realizarse lo antes posible, en los primeros días, ya que si se deja, la posibilidad de recuperación funcional disminuye considerablemente.
Existen diferentes técnicas que se usarán dependiendo del tipo de lesión, pero todas ellas deben llevarse a cabo mediante microcirugíapara garantizar la coaptación de la sutura y minimizar la formación de neuromas y cicatrices. Se puede optar por una neurorrafia (suturar el nervio) si se puede realizar una reparación directa ante una sección limpia. En casos donde no es posible hacer una sutura, es necesaria la colocación de neurotubos o injertos nerviosos obtenidos del propio paciente o de cadáver.
El pronóstico depende de la gravedad y localización de la lesión. En general, los nervios más distales tienen un mejor pronóstico de recuperación. En lesiones severas o proximales, los resultados varían, pero la cirugía puede restaurar parcialmente la función motora ysensitiva, especialmente si se interviene pronto.
La recuperación postquirúrgica requiere rehabilitación intensiva, y los tiempos varían según la gravedad de la lesión y la intervención realizada. Los pacientes pueden esperar mejoras graduales en la sensibilidad y movimiento. En lesiones simples y distales, la recuperación es más rápida, pero en lesiones graves, la regeneración completa puede tardar meses.
Los neuromas son crecimientos anormales que suelen desarrollarse tras una lesión nerviosa, mientras que los tumores nerviosos pueden ser benignos (como los schwannomas) o, en raras ocasiones, malignos.
Si hemos tenido una lesión nerviosa previa y comenzamos con dolor en la herida y calambres asociados, es posible que se haya generado un neuroma. El diagnóstico se realiza mediante examen físico y pruebas de imagen, como ecografía o resonancia magnética, para evaluar el tamaño, ubicación y características del neuroma. Las mismas pruebas se realizarán para objetivar si puede existir un tumor nervioso en pacientes sin una lesión nerviosa previa.
La cirugía es necesaria si el neuroma causa dolor, entumecimiento o pérdida de función en la mano. Igualmente, para un tumor nervioso.
Es imprescindible realizar esta cirugía con microscopio y un control neurofisiológico realizado por un especialista neurofisiológico que nos ayudará a determinar la conducción del nervio. La cirugía consiste en la resección del neuroma o tumor nervioso, intentando preservar siempre la mayor cantidad posible de función nerviosa. En algunos casos donde el nervio no tiene continuidad, es necesario realizar injertos nerviosos.
La recuperación varía según el tipo de tumor, pero generalmente se necesita tiempo para recuperar la función. En cirugías de resección de tumor, la recuperación será rápida; en cambio, en procesos de neuromas que requieran injerto, los tiempos pueden alargarse meses.
La cobertura de partes blandas en la mano, ya sea por un traumatismo, quemadura o tumor, implica la reparación de tejidos dañados, utilizando injertos o colgajos para cubrir zonas con pérdida de sustancia. Es crucial para prevenir rigideces, infecciones y mejorar la funcionalidad de la mano lesionada.
El diagnóstico de una lesión que requiere cobertura de partes blandas se basa en la evaluación de la extensión del daño, la exposición de estructuras como tendones o huesos, y la viabilidad de los tejidos circundantes mediante examen físico.
La cirugía es necesaria cuando hay pérdida de sustancia con exposición de estructuras críticas como huesos o tendones. También se indica en casos donde el tratamiento conservador podría provocar complicaciones, como rigidez o infecciones.
Se utilizan técnicas como injertos de piel o colgajos pediculados, dependiendo de la localización y gravedad de la lesión. Estas técnicas incluyen colgajos neurovasculares, colgajos de flujo reverso y avances de colgajos locales.
La cirugía permite una cobertura estable de la herida, mejora la cicatrización y previene complicaciones. Además, asegura la preservación de la funcionalidad y minimiza el riesgo de rigidez einfecciones en la mano traumatizada.
La recuperación incluye inmovilización temporal y rehabilitación para recuperar la movilidad y fuerza en la mano. El proceso puede ser prolongado, y depende de la extensión de la lesión y del tipo de cobertura utilizada.
Leer más
Leer más
Leer más
Leer más
Leer más
Leer más
Leer más
Leer más